La claridad
que penetra en la capilla revela unión y cercanía, seres que presencian con mudez
el instante de oración, acaso del mismo modo la de ellos nos acompañe. Energías
manifiestas por la luz, etéreos “seres de luz”. De algún modo colaboradores celestiales
en esto de ser escuchados. Soledad, intimidad en apariencia.
La soledad
es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo. (Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Poeta español.)