El rostro de
Jesús era el de un hombre joven y barbudo de rasgos finos, piel pálida, largo
cabello castaño claro y profundos ojos azules. Así, al menos, lo han
representado diversas iconografías artísticas (desde Leonardo Da Vinci en
adelante) y religiosas y, muy especialmente, el cine y la televisión, sobre
todo la famosa película “Jesús de Nazareth”, dirigida por Franco Zeffirelli y
protagonizada por el actor británico Robert Powell.
Hace unos
pocos años el canal “History Channel” exhibió un documental titulado “El
verdadero rostro de Cristo”, donde se exhibió gracias a la tecnología 3D y
avanzados programas computacionales el presunto y verdadero rostro del
Nazareno, basado en la única pista fiable que existía hasta ahora: El santo
sudario de Turín. Ray Downing, el profesional informático encargado del
proyecto, explicó que “si quieres recrear la cara de Jesús tienes un solo
objeto y ese es el Sudario de Turín, el manto de lino que habría cubierto el
cuerpo y rostro de Cristo después que fue crucificado. Con la ayuda de expertos
gráficos y la tecnología 3D, Downing creó una imagen en 3 dimensiones a partir
de una impresión bidimensional del manto de lino de Turín, que fue logrado
después de varios meses de trabajo. El resultado fue el de un anguloso y
proporcionado rostro de un hombre semítico joven de cabellos más bien oscuros
que, si utilizamos los parámetros cinematográficos, se parece más bien al
Jesucristo de la película “La Pasión de Cristo” del director Mel Gibson
(encarnado por el actor Jim Caviezel), que al Jesucristo de rasgos finos y
sajones que encarnó el actor inglés Roberto Powell en la película de Franco
Zeffirelli.*
En la
fotografía observamos a Ana, frente a ella un rostro, ustedes concluyen.
Dios no
habla, pero todo habla de Dios. (Julian Green (1900-1998) Escritor
norteamericano, nacido en Francia.)
Transitando semana santa acá
y más allá, del otro lado, los sucesos al igual han de transcurrir, advertimos
protagonistas que en otro momento no observáramos, la fotografía nos muestra a
quien, sin conocer su nombre juzgamos un Patriarca. No es propósito nuestro adjudicar
cargos, nos conduce a tal reflexión advertir sobre su cabeza una cruz y túnica
negra comparativa a la vestimenta con que se atavían ciertos Patriarcas
cristianos, sumado a esto la celebración religiosa en curso. Buena vida Pablo y Ana Borsani