Así como el
éter lo saturamos de señales de onda y dentro del espectro de frecuencias todas
deben ser desiguales a fin de no entorpecer una a la otra, de la misma forma es
posible advertir el desarrollo del espectáculo que revelamos casi a diario, notamos
que tan solo es necesario conocer la frecuencia de su onda portadora,
esto nos permitirá colarnos al
interior profundo, lugar en el cual celosamente atesora la sabia madre
naturaleza sus mas íntimos secretos.
Proponemos modular
la frecuencia adecuada!!!
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani