En un
cercano tiempo era habitual ir a cierto espacio del bosque, lugar en donde las tristes almas se detenían a
inmortalizar sus penas; con ellas compartíamos tiempo e ideábamos comentarios alentadores
que hacían a cantidad elevarse y sobrevivir aunque, no sin antes rozar
nuestros cuerpos a modo de caricia y despedida.
No olvidamos, repetiremos.
La imagen es
fiel testigo, nos dice que muy poco conocemos de
la vida, que vivimos dentro una creacion propia totalmente aislados del concreto escenario.
Si sientes amor recorrer tu esencia, es la llave, úsala, será agradecido.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani