Posesión

El término posesión, por definición indica “tenencia o propiedad de algo”, aunque sí de cuestiones espirituales se trata su interpretación es “el dominio del espíritu del hombre por otro espíritu”. Ocupándonos de este último debemos aclarar que se suceden en multiplicidad de formas. Podemos ser posesos aun sin tomar conocimiento del hecho, virtualmente atribuyéndolo a nuestra autoría, lo cierto es que hay quienes consiguen intervenir en sueños, pensamientos, escritura, visión, actos y apariencia, a este último punto hace referencia la  fotografía de hoy, imagen en la que apreciamos un rostro muy diferenciado para la realidad de Ana.
Claro está que las mencionadas acciones se mantienen tremendamente alejadas de aquello que nos cuentan ciertos interlocutores que obtienen provecho de lo que aun para ellos mismos es ignorado, aterrando al incauto. No podemos desconocer que aunque de otra conformación el ser que se allega es un igual, apartado de complacencias carnales y posesiones, sin más beneficio que el solo hecho de estar, individuos que en la mayoría de los casos han asumido significado en nuestra existencia carnal y claro está, continúan participando desde el anonimato e incorporando un poco de allá a nuestras vidas, entre otras bondades  algo de aquello que valoramos como intuición es parte.
Coexisten múltiples personajes en el universo espiritual, de ellos nos ocuparemos próximamente.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

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Tierra de gigantes

Un descubrimiento sumado a otro, en este caso pequeños seres en nuestro hogar, suponemos que habitaran en diferentes lugares, nuestra casa o la de ustedes, hasta el momento nunca habíamos disfrutado de este tipo de encuentro, todo se sucede habiendo percibido el ser más grande, al notarlo decidimos fotografiarlo, retrato que al ampliar al doble de su tamaño nos condujo al hallazgo de dos señoras de muy pequeño tamaño tal como podrán apreciar, seres sólidos, no sutiles, se ven de cuerpo entero con el color de su piel y vestimenta.
Recordaran al célebre Gulliver, una de sus aventuras transcurre en Liliput, los habitantes de ese terruño,  los Liliputienses, al momento del desembarco de Gulliver,  decían “ha llegado un gigante!”, tal así nos sentíamos frente a este hallazgo, como gigantes en nuestro propio hogar.
Cuanto  desconocemos todavía, exploramos dominios lejanos, otros planetas, sin tener comprensión del medio que nos ampara, reconciliarse con el medio ambiente es el paso fundamental para erradicar cantidad de males y obtener miles de respuestas.
Disfruten ser los primeros contagiados con nuestra “enajenación”,  aconsejamos diseminarla velozmente a lo largo y ancho del planeta tierra.
Buena y larga vida amigos!!!
Pablo y Ana Borsani