Una tarde fantástica,
cantidad de amigos saturaban el aire con singular emoción, presidía el afecto.
Reconsideremos,
en realidad no somos nada pero a su vez todo lo somos; chiquillos ante la creación,
gigantes en la acción, acomodemos nuestra formidable participación en el hacer
a las necesidades del planeta y así vivir será una mágica y eterna fantasía.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani