Las plantas al tiempo de regalarnos su belleza son dadoras de vida, cantidad de existencias y entre ellas nosotros somos beneficiados por sus diversas virtudes.
En este caso descubrimos un habitante de la planta de la maceta, un ser que pareciera desertor de una fábula, aunque es tan real que incluso nos ha permitido fotografiarlo para transferir el encanto del encuentro a todos nuestros lectores, disfruten y no crean, tan solo comprendan.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani