En el tronco
se descubre un duende, la escritura
flota arriba de la añeja madera, en letras difusas su nombre enseña, lo llamaremos
Rzel. Sintiéramos por un instante que la fantasía atrapa el momento.
La autenticidad
del relato invariablemente está tallada en imagen.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani