Encontramos posicionada en el tronco de un árbol una joven y
varonil estampa, la cual exhibimos al tiempo que se nos plantea un
interrogante, observamos invariablemente seres que si bien habitan del otro
lado, utilizan a modo de morada la vegetación que prospera de este lado de la
vida, o mejor señalar de ambos lados, ya
sea adheridos en algún tronco, fisura o hueco, invariablemente de especies
vegetales, plantas que a decir verdad en este momento no justipreciamos, no
obstante en el futuro nuevamente nos hallaremos generosamente conectados.
La Naturaleza contiene al todo, y al todo no escapa el ser
humano.
Para pensarlo seriamente no creen.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani