Preferí
permanecer cercano a mi acostumbrada morada por lo cual elegí un enérgico árbol
para así persistir; creí que allí quedaba seguro, sin embargo no paso tanto
tiempo para que el hombre lo cercenara y fue en tal ocasión que el tramo en el
cual duraba concluyo activando una gran fogata. Recuerdo a los humanos reunidos
y a varios que advirtieron mí encendida figura. Había los que opinaban era un
espíritu elemental del fuego y claro con
justa razón ya que el aire ardiente ayudo a elevarme con rapidez
Escaso valor en otras épocas otorgaba a los vegetales, eran momentos de
inexperiencia, ahora con algo mas de conocimiento intento contagiar, no atropellemos
contra la naturaleza, será quitarle escalones a la escalera, sin ellos
improbable alcanzar al cielo.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani