En la presente
imagen queda demostrado que partir no es tanto alejamiento, junto a mi persona,
observamos a nuestra querida “Luna”, amada hija perruna, ser agraciado con una
existencia natural quien ha dedicado su vida a cultivar ternura; al presente habiendo
iniciado la marcha hace un alto para expresar su eterno amor.
Ubiquemos
cada cosa en su lugar, otorgándole el papel principal a la vida, ni lo pasado,
ni lo por venir, debe atrapar nuestra atención, más que el deseo mismo de
querer ser feliz, acontecerá el gozo, el
amor, la alegría de vivir y tantas otras virtudes que crearan un nuevo espécimen,
un ser humano por hoy desconocido.
Probemos en
este momento, sin cobardía aportemos besos, abrazos, amor por doquier, buenas
ondas y…..
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani