Posesiones acá,
así indica el imaginario anuncio plantado al principiar el camino. Acaso de allí
provenga el nombre consentido “más allá”, seres alejados de todo aquello que
carezca de encanto natural, la sustancia por sobre todas las cosas.
Personajes afectivos,
indiscutibles tenientes de la eternidad. Así está grabado, las posesiones acá, más
allá; sólo la riqueza del alma.
En imagen y
sin retoque alguno observaremos diferentes individuos, uno de ellos descansa su
rostro en mi pecho, poco más o menos creando una terna, el, mi cruz de rustica madera
y yo.
La ronda
para ser ronda ha de ser redonda; existir es una ronda; querer y ser queridos
la hace redonda.-
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani