Que ciertamente se localizan
situados en primera fila dentro del enorme teatro de la vida, existencias
poseedoras de un no sé qué, licencia que
les permite observar la obra de acá como así también aquella que se extiende un
poco más allá.
Vemos sobre el tronco del árbol
un rostro, semblante que el astro rey manifiesta en forma notoria y nos conduce
por un momento a especular sobre la barrera,
esa fina línea imaginaria que divide las disparejas formas de vida
preservando a unas de las actitudes de otras, ingenio que posee la
naturaleza para prolongarse, aquella
especie que no comprenda de que se trata estar presente se hallara ausente para
la eternidad.
Cuidemos nuestra única casa, así y
en la seguridad de que habrá otro tiempo para comenzar nos será viable retornar
a ella.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani