Y el Señor plantó un jardín en Edén mirando al Este, y puso
al hombre dentro. Esta parábola bíblica sobre el origen de la humanidad fue
recogida en distintas formas por infinidad de leyendas orientales y
occidentales. Si los chinos y los musulmanes tienen su particular jardín del
Edén, los celtas creyeron fervientemente en Avalon, y los cabalistas en un
campo primordial "devastado por los que allí entraron”. Como no comprender
que ese estupendo jardín donde Dios ubico al hombre es el planeta todo.
Para el humano la clave se encuentra en la visión, permaneciendo
relegados cantidad de sentidos que por falta de acción no cuentan a la hora de descubrir.
La imagen nos muestra una porción de aquello que simplemente
con la vista, no sería posible revelar.
Buena vida y disfruten del conocimiento.
Pablo y Ana Borsani