Energías con forma y movimiento aunque carentes de contacto; especialmente el acercamiento corporal, tan deseado y hoy por hoy tanto negado.
Eso somos y continuaremos siendo por incontable tiempo siempre en busca una, otra y otra vez del sentir, del contacto, del placer que proporcionan los sentidos.
Desde el nacimiento todo tocamos, es el comienzo de la exploración, tocar, abrazar, besar, sentir, rozar diferencian el vivir del estar vivo.
En imagen lo que somos, lo explican con la palabra energía o entre otras “espíritu”, nosotros lo llamaremos “ciclos” ya que en este momento igualmente somos energía y espíritu, ciclos de la existencia en donde se nace, muere, transforma y así en una ronda cuyo final se encuentra en algún lejano punto, porque sabemos que todo comienza y también concluye, aunque en tanto, el tocar, reír, abrazar, rozar, sentir, amar y más debe de ser inaplazable, sin perder un instante de nuestras mejores épocas, esas estaciones en que el cuerpo asiste y el roce llena de energía el alma.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani