Todo ser con
el cual nos topamos en la naturaleza lo nombramos Gnomo o Duende, sin embargo cantidad de familias
permanecen aún sin catalogar. Las imágenes de hoy nos ilustran sobre una
estirpe de diminutos individuos que habitan el follaje.
Resistimos a duras penas los desarreglos promovidos por el
ser humano, tomar dimensión del daño es necesidad, máxime conociendo que el habitad no cambia, el cambio se produce en el ser y nuestros actos quedan tallados para
la continuidad del viaje.
Lo transcendental
esta aun sin hacer y esto es respetar el encanto de la vida, nuestra vida y la
de quienes nos acompañan en la aventura, animales, insectos, vegetales y más
seres vivos merecen sea lo que han venido a ser, acompañemos con conocimiento.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani