Veníamos a gran velocidad sin mirar a los lados, creíamos ser el centro del universo, pensábamos que estábamos por sobre todas las cosas hasta que al momento de tocar el freno despertamos, nos sacudimos pero aún no golpeamos, todavía es tiempo, disminuyamos la velocidad, miremos a los lados, tenemos tan cercana la vida y no la vemos, tan cercanos a los otros y no los abrazamos.
No podemos pedir y pedir sabiendo que nos corresponde dar; el planeta nos demanda un cambio, cambiemos por nosotros, cambiemos por la existencia toda. Amor, ese solo sentimiento que nos dio la vida ahora la libertara si sabemos utilizarlo, hagan el amor, sean amorosos, recojan amor, sientan amor para que Dios solo disfrute observando.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
