Cada ser
millones de pedidos, exponer fotografías de la zona espiritual solo moviliza a
los espectadores a hablar sobre peticiones y situaciones mágicas entre otras, todos
oficios para el yo, más allá un gigantesco hueco.
Y si les comentara
que ellos, los habitantes del éter también tienen peticiones por las que
esperan acciones de nuestra parte,… solo que nunca escuchamos.
Si
descubrieran que para ellos nosotros somos los seres fantásticos, individuos
que sin varita mágica pero munidos de buena voluntad de quererlo podríamos facilitar
la tarea de la naturaleza y aliviar al planeta de tantas correcciones que se
obliga a hacer atajando nuestra tozudez.
En imagen el
desarrollo de una tormenta, sucedió este mismo día al atardecer, presten
atención encontraran en las nubes rostros
del éter, seres en plena gestión, intentan reparar nuestras continuas
equivocaciones.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani