Todos
encaramados al árbol, vegetal que muy poco consideramos quienes desde este lado
observamos. Sera que llegara el día del despertar o continuaremos sordos y ciegos
rematando incluso nuestra propia existencia.
Los encontramos
agrupados sobre el tronco del imponente eucaliptus, son nada más ni nada menos
que aquello que somos ya faltos de materia, situación está que por ignorada razón
no impide manifestarse con la apariencia destacada en su última entrada. Invariablemente
se lucen próximos al reino vegetal, realidad que ilustra la urgente necesidad de
salvaguardar la vegetación en busca de un mañana placentero.