Seres corpóreos
y a su vez etéreos, eso somos. Explican que si nos lo proponemos podríamos abandonar
el cuerpo y realizar un viaje astral, así llaman al desplazamiento del espíritu
cuando se separa por un momento del conjunto, hecho que por lo visto sucede del
mismo modo sin propuesta alguna y sin desatender totalmente el cuerpo, sucede poco
más o menos sin darnos cuenta, aunque a decir verdad es agotador; un
desdoblamiento como vemos en imagen, el espíritu alterna con sus iguales, en
este caso se trata de mi energía en este mundo, un único mundo y variedad de
formas.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani