lunes, 26 de diciembre de 2016

El cielo de los gnomos

En anterior nota comentábamos la etapa final de los gnomos, ellos si bien viven largos años de nuestro calendario, llegado el final quedan insertos espiritualmente a un árbol de su elección tal como si fuese el cielo de los gnomos.
Encontramos árboles derribados en cantidad, el hombre, los años y las tempestades. Los troncos sin mayor esfuerzo dan indicios de lo anteriormente expuesto, quedamos frente al reino celestial de los gnomos.
Razón tendrá la naturaleza pero no el desatino del hombre, verdadero final para los seres que eligieron continuar por el camino natural. Como lograr que se escuche la muda voz de millones de individuos que ven día tras día diezmado su sistema y razón de vida, el hombre destroza toda forma viviente inclusive la propia, miremos para escuchar, el grito es mudo pero sin lugar a dudas de lejos se puede ver. Un planeta natural es posible, se logra tan solo concediéndole su deseo, la cuestión está en ser solidarios.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani












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