Sobre la desbaratada raíz, similar a multitud de aves, observamos energías, las hay
naturales de allá como también las que tan solo van de paso. Ampliando la
imagen lograremos observar con mayor claridad los seres que se descubren manifestando su perfil anterior, entre tantos nos ocupa uno en
especial y es aquel que punteamos en círculo, cuyo rostro de
perro nos proporciona prueba suficiente de que los animales igualmente transitan
al mundo espiritual.
Ya lo dijera el Papa Francisco en la plaza San Pedro al
consolar a un nene que lloraba por la muerte de su mascota, "Un día
vamos a ver a nuestros animales de nuevo en la eternidad de Cristo. El Paraíso
está abierto a todas las criaturas de Dios", afirmó
Francisco.
Dime y lo olvido, enséñame y lo
recuerdo, involúcrame y lo aprendo. (Benjamín Franklin (1706-1790) Estadista y
científico estadounidense.)
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
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