Ahora, que ya poseemos el convencimiento, iniciemos la marcha, ante nuestros ojos el paisaje poco a poco irá variando al punto de correr el velo a formas insospechadas, será el magnífico tiempo en que principiemos a ver con los ojos del alma.
martes, 17 de febrero de 2015
Con los ojos del alma
Hoy vamos a avanzar
por las praderas del paraíso, lugar definido
desde lejanos tiempos como terreno de extraordinarias maravillas, claro está,
la recorrida la realizaremos en esta existencia, para tal empresa tan solo necesitaremos
calzarnos cómodamente, el resto ya está moldeado y esperando a ser sorprendido.
Las imágenes revelan todo inclusive aquello que los sentidos suprimen, sea por
mandato de la razón o negación involuntaria. Como sabemos ya, nuestras
observaciones deben de ser reconocidas por el cerebro, así es que cuanto más convencidos
de algo quedemos más posibilidades tendrá el observador de visualizarlo.
Ahora, que ya poseemos el convencimiento, iniciemos la marcha, ante nuestros ojos el paisaje poco a poco irá variando al punto de correr el velo a formas insospechadas, será el magnífico tiempo en que principiemos a ver con los ojos del alma.
Ahora, que ya poseemos el convencimiento, iniciemos la marcha, ante nuestros ojos el paisaje poco a poco irá variando al punto de correr el velo a formas insospechadas, será el magnífico tiempo en que principiemos a ver con los ojos del alma.
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