Instantes
de oración, sobre la cubierta del reclinatorio un espíritu apegado testigo de
nuestra rogatoria, ángel guardián o custodio anónimo de nuestro trajinar, la esencia
de vida que se atesora con sigilo y que gracias al permiso conferido hoy podemos
distinguir.
Existencias
de allá, que en algún momento, algún día reaparecerán tomando forma en este escenario extendiendo el giro de la asombrosa
rueda de la vida.
Buenas vidas
amigos
Pablo y Ana
Borsani
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