Para ello hay que tener la mente objetiva,
con benévolos pensamientos, comencemos por echar lejos de nuestro alcance las
virulentas inclinaciones y todo aquel que las cultive, así ganaremos energía genuina, que, en la
traducción propia representa abrir la puerta a seres bienhechores, seres que no
se encuentran cómodos en contextos nocivos,
cuando esto se logra el ambiente cambia, es fácil conocer si el
resultado fue satisfactorio,
sencillamente lo apreciamos en nuestro
interior, sabemos que lo sabemos con certeza,
el porqué se encuentra flotando en el aire.
No enfrentemos en soledad este camino, millones de seres amigos nos acompañaran
silenciosamente ejercitando el llamado de las buenas ondas, con energía
positiva todo saldrá mejor, el aroma de
la vida será otro, está en nosotros, es
su decisión, nuestra decisión que la vida sea un disfrute, unamos las fuerzas!!!
Buena vida
Pablo y Ana Borsani
Noten el duende al que llamamos Onofre (en blanco) dormitando en el llavero
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