Enormes
secretos atesoran los árboles, de poseer el conocimiento los integraríamos a
nuestra realidad al igual que lo hacemos con otros seres vivientes. Sucede que continuamos ciegos pese a que se descubren por dondequiera y a la vista
de todos.
La imagen es
otra más, una más obtenida de un gran árbol, en este caso ubicado en el centro
de la ciudad, árbol y árboles que han sido mutilados en este último tiempo por el
atropello del desconocimiento; por ello y a sabiendas de que la ignorancia mata
es que compartimos una vez más la imagen de un árbol, sabemos que habrá quienes
se atrevieran a dar explicaciones, nosotros únicamente mostramos un rostro adherido
al tronco, se trata de un rostro indeterminado, un rostro semejante, el cual
ahora y sin temor a equivocarnos calificaremos como la cara del árbol.
La vida es
magia, descubrirse vivo es magia; por ello debemos transformar la negación en aceptación, estar dispuestos a la información, al saber,
a ver que el mundo no es como nos dijeron, a darnos cuenta que hay más y que
tan solo basta con ir a su encuentro, todo esto será reconsiderar incluso
la muerte.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani