Observamos
imágenes creyéndolas distantes y es por ello que deseamos precisar que los alejados
exclusivamente son nuestros sentidos, las entidades viven próximas en este mismo
hábitat en que sin condiciones prospera la vida en variedad y conveniencia.
Desde
lejanos tiempos el humano ha alterado la información tal como si únicamente lo
visible y no lo perceptible asumiese realidad. Es así que de estar atentos y perceptivos
advertiremos a seres humanos junto a la diversidad espiritual que mora el éter,
porque de allá somos y hasta acá llegamos repetidamente.
En ese punto,
el espiritual, aún permanece la memoria, por ello y con plena sabiduría, la madre
naturaleza sella el pasado, siendo así capaces de enfrentar una nueva ocasión de
progreso.
Es claro que
todo nos parece nuevo, aunque evidentemente ha sido parte de nuestra inicial forma de vida,
disfruten este fugaz viaje al pasado.
Buena vida
Pablo y Ana
Borsani