Qué alegría saber que en algún momento nos volveremos
a encontrar junto a los que amamos, saber que aquel que hubiere tomado la
delantera factiblemente residirá atento a darnos la bienvenida con un fuerte abrazo,
el auténtico abrazo que brota del alma. Un espacio en aspecto semejante pero en
profundidad desigual, una zona donde lo vaporoso impera lejos de lo material.
En la imagen nuestra hija, una perrita a la que bautizamos
“Luna”, adulta Fox Terrier pelo duro, notamos que visualiza junto a Ana que la sostiene
en brazos, aquello que a tantos le seria incierto distinguir, es nuestro ya conocido
por todos ustedes y viejo amigo TRONKI,
de naturaleza incierta, nunca abandona su tronco y persiste atento a
nuestra visita dominguera. Debajo, a los pies de Ana observamos un singular perrito
de allá, el que al igual que fiel custodio no abandona su posición de guardia
tal como le seria habitual tiempo atrás.
Así como expresa la copla nosotros refrendaremos, GRACIAS A LA VIDA…….
Buena vida
Pablo y Ana Borsani