Milagros,
magias y hechizos, variedad de artificios que frecuentemente pedimos sean
utilizados elevando peticiones al reino celestial, salud, ganancias, tormentas, sequías y un largo etcétera, rogativas, muchas de las cuales son prontamente satisfechas
por existencias de bondad infinita, individuos que si bien cumplen de igual
forma pretenden ser atendidos y porque no al tiempo comprendidos.
El planeta
no es pertenencia del hombre, somos tan solo un organismo vivo más que se sustenta
sobre él, al elevar súplicas procedamos con sentimiento, hemos de captar; los
mensajes viajan en ambas direcciones; en buena hora la cercanía del hombre con la naturaleza
hermane dos inteligencias detrás de un brillante futuro universal.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani